domingo, 11 de mayo de 2014

El Recuerdo nos decía que Hoyo iba a perder en Chamartín

El fútbol es un deporte que obliga a los jugadores a trabajar durante toda la semana en lo físico, en lo táctico y en el aspecto anímico. Hoyo había preparado el partido de esta mañana en Chamartín ante el Recuerdo olvidando anteriores encerronas. Se había trabajado a conciencia en busca de los tres puntos que asegurasen un año más la permanencia en Primera Regional. Ver clasificación.
Jugaron de inicio Pecas, Patas, Boris, Gon, Dani, Borja, Alfaro, Edu, Álvaro, Megi y Verdú. También tuvieron sus minutos Javi Gómez, David, Ahmed, Javichu.

Los de Mosqui cumplieron con lo establecido, lucharon los 95 minutos y tan sólo se descentraron en muchos instantes del partido por culpa de las decisiones del árbitro de turno. Desde el primer minuto Hoyo fue mejor equipo, miró hacia delante e intento superar al rival y alegrar a los que asistían al partido.
Pero una vez más la actuación del árbitro, un muchacho joven que ahora pita en la Primera Regional de Madrid, terminó siendo decisiva. Y lo fue por algo que resulta claramente anormal. No aplicó el reglamento en jugadas concretas y sencillas. Si los jugadores de los dos equipos están obligados a correr y a jugar al fútbol lo mejor posible y respetar las normas, el juez está obligado a cumplir con la ley.
A los siete minutos no castigó con tarjeta roja al capitán del Recuerdo por zancadillear por detrás y de forma violenta a Alex cuando el balón ya circulaba dos metros por delante de Verdú, en plena carrera. En ese instante todos fueron conscientes de que nada era previsible. Pese a ello, Hoyo siguió dominando el partido, hasta que una jugada aislada local por la derecha terminó en un centro, un remate de cabeza y un bonito gol de los azules.
En el segundo tiempo, Hoyo continuó siendo mejor en el campo del Recuerdo y recordando también una gran encerrona del pasado año que Paco López, nuestro delegado, no puede olvidar por mucho que lo intente.
Con entusiasmo, Hoyo acorraló a los azules y en un bonito centro hacia el área pequeña azul el defensa central del Recuerdo se colgó del cuello de Álvaro cuando este iba a rematar solo ante el portero a gol. El árbitro pitó el penalty, pero se olvidó de lo que dice su reglamento, que se trataba de una ocasión clara de gol y que debía ir acompañada de tarjeta roja.
Con el empate de Alvarito al transformar el penalty, el partido entró en una dinámica de ir y venir, mientas el capitán del Recuerdo, el más veterano, se cansaba de hacer faltas y frenar a los verdes sin que el árbitro fuera capaz de adivinarlo.
Un tiro al poste derecho de la meta del Recuerdo y un segundo remate al larguero no premiaron al equipo de Hoyo, que no cerró bien sus filas, pensando en la victoria, y terminó encajando un gol cuando se llegaba al noventa de juego en un contraataque.
No es bueno que se diga que un equipo tiene cierto privilegio o que su delegado también lo tiene en el mundo arbitral, del que no habla muy bien, pero la triste realidad es que por más de Hoyo intentó ganar en Chamartín, una vez más, el resultado fue adverso.
Hubiese sido este partido un buen colofón a la temporada, pero habrá que esperar al próximo domingo ante el Calasanz de Pozuelo para luchar por los tres puntos y seguir demostrando que Hoyo de Manzanares se merece estar en Primera.
JB

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