lunes, 16 de noviembre de 2020

Balance de la campaña de excavaciones del Yacimiento de La Cabilda en 2020

El pasado día 2 de septiembre de 2020 dieron comienzo las excavaciones arqueológicas en el yacimiento de La Cabilda, impulsadas por la Dirección General de Patrimonio Cultural de la Comunidad de Madrid, con el apoyo del Ayuntamiento de Hoyo de Manzanares. Por segundo año consecutivo, la dirección científica de las mismas la desempeña un equipo científico vinculado a la Universidad Complutense de Madrid, dirigida por el Catedrático de Arqueología Ángel Morillo Cerdán, en la que participan también Rosalía Durán Cabello y Jesús Salas Álvarez, además de varios técnicos arqueólogos pertenecientes a la empresa Trébede. Patrimonio y Cultura S. L. Asimismo, el Ayuntamiento de Hoyo de Manzanares ha impulsado la participación de voluntarios en este proyecto de arqueología de público. Al igual que en años anteriores las intervenciones arqueológicas cuentan con el apoyo de la Asociación Cultural El Ponderal, algunos de cuyos miembros han participado como voluntarios. 

El propio Ángel Morillo Cerdán, que ha dirigido las excavaciones, nos explica los resultados de este año: “Las circunstancias sanitarias de este año 2020 nos han llevado a actuar con la máxima prudencia y responsabilidad a la hora de plantear la intervención arqueológica. Se ha reducido el número de voluntarios y creado grupos semanales de trabajo estables, además de implementarse las medidas higiénicas y sanitarias imprescindibles (toma de temperatura diaria, lavado de manos, empleo de hidrogel, desinfección diaria de la herramienta de trabajo).

Las intervenciones arqueológicas se han centrado en las área central y meridional del llamado Sector Sur del yacimiento, continuando los trabajos iniciados por nuestro equipo de trabajo durante el año 2019.

En el área central del Sector Sur, durante el año pasado se identificaron varias construcciones rectangulares semejantes a las localizadas durante las campañas anteriores. Pero en esta ocasión se constató claramente que se trata de una arquitectura rústica semirrupestre, que aprovecha de forma selectiva los afloramientos o canchos graníticos naturales tallándolos en forma de muros y uniéndolos mediante una obra de mampostería consistente en muros con dos hileras de sillares trabados con calzos y barro, zócalo sobre el que se levantaba el alzado de tapial. Las cubiertas fueron de madera soportadas por vigas verticales o pies derechos y cubierta de teja curva. En este sector estos ámbitos o dependencias destinadas a la vivienda y almacenamiento se disponen de manera aleatoria en torno a un gran cancho o afloramiento rocoso natural. Durante este año 2020, las intervenciones arqueológicas han permitido identificar nuevos ámbitos cuadrangulares al este y al norte de los anteriores. Destaca una nueva habitación rectangular con cubierta muy liviana de madera y ramaje, asociada a un hogar ya identificado durante 2019. Al exterior de dicha dependencia y muy cerca del anterior se ha localizado un nuevo hogar de mayores dimensiones, al abrigo del viento dominante y cubierto por un tejadillo, asociado a un pequeño vertedero donde abundaban los materiales cerámicos y las cenizas del fuego cercano. En este cenizal se localizó una punta de flecha. Nuevas dependencias, cuya excavación no se ha concluido durante esta campaña, se proyectan al oriente de esta estancia, en dirección a las tapias del Cementerio Hebreo. Otras dos dependencias, también en transcurso de excavación, se han localizado más al norte.

En el área más meridional, situada ya muy próxima a la carretera de acceso al cementerio, las excavaciones de 2019 revelaron un depósito para agua tallado en la roca natural aprovechando las propias fisuras del granito. Dicho depósito se localizaba en un espacio abierto y con un empedrado muy rústico y se destinaba posiblemente a abrevadero de ganado, rodeado por estancias con finalidad de corrales o establos. En torno a este patio abierto se encontraban diversas dependencias, cuya caracterización quedó pendiente durante la campaña del 2019. 

Este año hemos descubierto un pavimento de tierra pisada delimitado por muros realizados con tapial hacia el oriente del depósito de agua.
Asimismo, a fin de clarificar algunas cuestiones pendientes de cronología y funcionalidad, se han retomado las intervenciones en el área septentrional del Sector Sur del yacimiento, donde las excavaciones de AUDEMA en 2018 revelaron diversas dependencias que formaban parte de un posible centro monástico, aún pendiente de publicación.

Las intervenciones de años anteriores habían propuesto una cronología centrada en una época visigoda (siglos VI-VII). Ya durante la campaña anterior hallamos diversos indicios de que dicha cronología se prolongaba hasta el siglo IX. Una de las novedades más significativas de la campaña de este año ha sido la confirmación de la continuidad del hábitat durante la época islámica, concretamente en el periodo emiral andalusí, al menos hasta mediados del siglo IX d. C., momento en que tiene lugar la fundación de la ciudad de Madrid Este hecho se ha constatado a través tanto de los materiales cerámicos, metálicos y restos de vidrio, como a partir de la introducción de nuevas técnicas constructivas como los muros terrenos”.

Los trabajos de excavación de este año han llamado la atención de los medios de comunicación, entre ellos El País,  Telemadrid Directo , Telemadrid Informativos y Radio Nacional de España. Las visitas se han ido sucediendo a lo largo del año, a pesar de las condiciones sanitarias.



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