lunes, 21 de marzo de 2011

Hoy viene mi prima

La primavera es una de las cuatro estaciones de las zonas templadas, la transición entre el invierno y el verano. El término prima proviene de (primer) y vera de (verdor). Astronómicamente, esta estación comienza con el equinoccio de primavera (entre el 20 y el 21 de marzo en el hemisferio norte, y entre el 22 y el 23 de septiembre en el hemisferio sur), y termina con el solsticio de verano (alrededor del 21 de junio en el hemisferio norte y el 21 de diciembre en el hemisferio sur).

13 comentarios:

Anónimo dijo...

A que pensabas que iba a ser un comentario político, pues no. Bienvenida la primavera para todos.

Anónimo dijo...

venga............ empezaros a quejar todos de que ha llegado la primavera.

Anónimo dijo...

Yo no, estoy enamorado.

Anónimo dijo...

Y no puedo más, tengo que decirte que te amo.

Anónimo dijo...

pero a quien?no nos dejes con la intriga...

Anónimo dijo...

No era el hoyense el que se había enamorao y no andaba mas que diciendo tontaas

Anónimo dijo...

eso dinos de quien

Anónimo dijo...

Nuestro amor es imposible, los dos lo sabemos, pero no dejo de pensar en ti.

Anónimo dijo...

el amor entre quien? venga cuenta a tus amigos de cosas de hoyo

Anónimo dijo...

Te llevo dentro de mi cada semana hasta que llega el día de vernos. La música me acompaña cada mañana y cada tarde, mientras mi mirada se pierde en la lejanía y mi mente repasa los gratos momentos en que mis ojos se cruzaron con los tuyos. Tus ojos me fascinan y en ellos busco desesperadamente que me abras para entrar en ti.

Anónimo dijo...

Se acerca el día de verte, y mi lucha interna es un duelo entre querer y no querer, entre buscar tus ojos y disimular mi interés para no ser descubierto. Solo la noche me permite ser más explícito.
A veces dudo de ser correspondido, otras veces tu mirada me devuelve el aliento para seguir alimentando mis deseos.

Anónimo dijo...

Solo para ti

Y no puedo más, tengo que decirte que te amo.

Nuestro amor es imposible, los dos lo sabemos, pero no dejo de pensar en ti.

Te llevo dentro de mi cada semana hasta que llega el día de vernos. La música me acompaña cada mañana y cada tarde, mientras mi mirada se pierde en la lejanía y mi mente repasa los gratos momentos en que mis ojos se cruzaron con los tuyos. Tus ojos me fascinan y en ellos busco desesperadamente que me abras para entrar en ti.

Se acerca el día de verte, y mi lucha interna es un duelo entre querer y no querer, entre buscar tus ojos y disimular mi interés para no ser descubierto. Solo la noche me permite ser más explícito. A veces dudo de ser correspondido, otras veces tu mirada me devuelve el aliento para seguir alimentando mis deseos.

Hoy es un día feliz para ti, y también para mi. Nos vemos esta noche.

Sufro cuando te veo, y también cuando no lo hago. Cuando no nos vemos, pienso en lo cerca que estamos y en lo difícil que es la distancia. Y vuelvo a consolarme en los recuerdos.

Cuando nos encontramos, me recorre una agradable sensación por todo el cuerpo, los nervios afloran y mi timidez me ahoga. No soporto tener que disimular, estar pendiente de los demás, mientras me estaría horas y horas leyendo tus ojos. Además si tu mirada se hace cómplice de tu sonrisa, mi alma se alegra y mi corazón rie. Grabo esos momentos para siempre, para mi solo.

Cuando estoy cerca de ti siento ganas de abrazarte, de besarte, pero tengo que conformarme con rozar alguna parte de tu cuerpo. Y como enamorado sentir tu calor.

Esto que me pasa no es nuevo, llevo meses con ese gusanillo que me come el estómago, día a día, momento a momento. Ya no lo recordaba, pero tu me has devuelto esa fiebre juvenil que recorre mi cuerpo y me deja hecho un verdadero trapo. Solo pienso en ti. Nuestra relación no puede ir a más, pero te amo. Te lo tenía que decir. Solo te pido que nunca te olvides de sonreirme y de mirarme a los ojos.

Anónimo dijo...

¡¡¡QUE BONITO!!!